Sony dispone de una gran variedad de auriculares para todo aquel que busque escuchar nuestra colección de música con la mejor calidad posible, pero ¿qué ocurre cuando queremos al mismo tiempo que complemente nuestro propio estilo personal? Con esta idea en mente, hemos decidido crear una gama de auriculares con un diseño moderno y llamativo que fuera capaz de reflejar por sí misma la calidad del sonido. Los auriculares h.ear son el resultado.
Aoyagi-san, uno de los principales diseñadores de h.ear, quería que la gente se quedase embelesada con el diseño. “En realidad, abordamos este producto desde la perspectiva del diseño y nos centramos en un tipo de auricular elegante y moderno que esperamos que se acerque a los gustos de la nueva generación de consumidores”, comenta. “Creo que esta es la dirección que necesitábamos tomar”.
El mayor desafío al que tuvieron que enfrentarse nuestros diseñadores fue a la hora de decidir los cinco colores distintos; cada uno se consideró y probó sin parar durante horas. “Quería centrarme en algo que fuera muy novedoso y evitar los colores primarios que creo que ya están muy extendidos en el mercado”, nos explica Aoyagi-san. “Quería dar con colores nuevos e innovadores que nos resultasen todo un desafío, pero creo que además llevarán la marca Sony a una nueva dimensión”.
Así fue como Aoyagi-san y el resto de su equipo comenzaron a investigar lo que ellos llaman "tonos intermedios". “Se trata del punto donde un color no tiene una tonalidad fácil de distinguir, sino que más bien se encuentra entre dos colores. Puede parecer azul o verde dependiendo de la [persona] y el entorno, de modo que estos tipos de colores "intermedios" creo que resultan mucho más interesantes”.
Pero dar con los cinco tonos perfectos fue más complicado de lo que esperábamos. “Para cumplir con este objetivo nos encontramos con muchísimas dificultades y se requirieron muchas pruebas hasta incorporar este concepto de "color intermedio" en nuestros productos de electrónica, y el proceso tan meticuloso implicó mucho ajuste de brillo y luminosidad hasta lograr la sensación que buscábamos. El proceso fue complicado en parte a la hora de garantizar que los cincos colores escogidos pudieran coexistir y crear la belleza y el equilibrio perfectos que quería”.
Después de varios meses de tormentas de ideas, experimentos, revisiones internas y el proceso laborioso de fabricar más de 30 componentes distintos en estos tonos intermedios exactos, el resultado final realmente lleva la marca Sony a una nueva dimensión, tal como Aoyagi-san pretendía. No solo los colores te atraen al instante, sino que el acabado mate y brillante también le aportan una profundidad misteriosa que no ofrecen otros auriculares.
Por fin la gente puede disfrutar de su música con un audio de alta resolución que se acerca más a la grabación original, mientras lleva algo que complementa su propio estilo personal. “Las especificaciones y funciones siempre son importantes”, añade Aoyagi-san, “pero por qué no podemos elegir productos de sonido igual que lo hacemos con la ropa, por el color que más nos llame la atención”.
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