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La evolución de los objetivos G Master de Sony

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_J.G.M_
Community Team
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Fotógrafos de todo el mundo reconocen los objetivos intercambiables G Master de Sony por su excelente calidad de imagen. El elemento fundamental es la lente XA, una lente asférica extrema diseñada con total precisión. No obstante, ¿cómo pudo Sony, un fabricante que se unió relativamente tarde al mundo óptico, crear unos objetivos que superaran a los de la competencia?

 

Tres ingenieros (Hitoshi Nakanishi, Daisuke Kuroda y Toshihiro Masuda) desempeñaron un papel fundamental en la investigación y el desarrollo de los aclamados objetivos de Sony. En este artículo, exploran la increíble historia que se remonta a hace 20 años.

 

Hitoshi NakanishiHitoshi Nakanishi Toshihiro MasudaToshihiro Masuda Daisuke KurodaDaisuke Kuroda

 

El comienzo

 

«A medida que aumenta el diámetro de la lente asférica, el grado de dificultad de procesamiento también aumenta», explica Nakanishi, de ahí que el objetivo inicial fuera desarrollar unas lentes asféricas pequeñas y de alta precisión para videocámaras y cámaras fotográficas digitales, para ir progresando a unas lentes más grandes.

Las videocámaras todavía no eran HD ni 4K, así que los requisitos de rendimiento para las primeras lentes no eran muy exigentes, pero el mercado de las cámaras digitales crecía rápidamente, al igual que la demanda de los usuarios por la alta resolución. «También estaba claro que no podríamos diferenciar nuestros productos de cámara si utilizábamos lentes fabricadas por otra empresa», afirmaba Kuroda, «así que decidimos dar el gran paso de producirlas nosotros».

 

Masuda recuerda esos primeros días. «No contábamos con nadie que tuviera experiencia en la fabricación de lentes asféricas», rememora, «no sabíamos cómo evaluarlas […] ni siquiera sabíamos cómo hacerlas».

 

Empezaron desde cero. Aprendieron sobre las materias primas, experimentaron con los procesos de fabricación y desarrollaron las instalaciones necesarias para la producción en masa.

 

Nace la gama G Master

 

La primera tirada de producción en masa tuvo lugar tres años más tarde. Se denominó lente híbrida porque empleaba superficies asféricas de resina en un vidrio esférico, aunque aparecía un patrón extraño en las lentes y se tuvo que detener la producción tan solo dos meses después.

 

Se tardó un año en solucionar los problemas y en empezar a volver a fabricar las lentes híbridas; se tardaron otros diez años en pasar a las lentes asféricas de vidrio moldeado (la versión actual). No solo se tuvieron que superar retos tecnológicos, también influyó el nivel de inversión de capital que se requería, pero Sony tenía la firme intención de seguir trabajando para expandir sus tecnologías ópticas.

 

«Por aquel entonces, nos propusimos cumplir con un estándar de fabricación de no desviarnos ni un submicrómetro del valor del diseño», explica Nakanishi. «No existía una tecnología que pudiera procesar una lente a tal nivel de precisión en todo el mundo, así que tuvimos que desarrollarla nosotros mismos».

 

En primer lugar, desarrollaron una tecnología que fuera capaz de procesar chips con una precisión submicrométrica. Tras innumerables actualizaciones de equipo, se creó de forma satisfactoria la lente asférica avanzada (lente AA) y, tras otro desarrollo, nació la lente asférica extrema. La gama G Master de Sony actual cuenta con esta lente.

 

Causando impacto

 

Los objetivos G Master integran una alta resolución y un efecto bokeh espectacular al más alto nivel. «La lente XA fue el elemento clave que hizo posible ambas cosas», aclara Nakanishi.

 

Describe la rugosidad de la superficie, con la XA que alcanza un nivel de planicidad de menos de diez nanómetros, lo que suprime el bokeh circular cuando se dispara hacia fuentes de luz. «La combinación de la planicidad de nivel nanométrico y la alta precisión de la superficie es una ventaja que otras empresas no pueden igualar», afirma Nakanishi con orgullo.

 

Kuroda habla de los avances en la tecnología de fabricación y relata los primeros años en los que solo se podía conseguir un diámetro de 40 mm como máximo, de manera que solo se podían ofrecer objetivos estándar y teleobjetivos de medio alcance. «No exagero si digo que la gama G Master está condicionada por la evolución de los elementos ópticos», reitera.

 

Superando de los retos

 

Uno de los mayores descubrimientos de Sony fue encontrar una manera de medir el efecto bokeh, una característica que es subjetiva por naturaleza.

 

«Si no tienes manera de evaluar algo de forma cuantificable, no puedes diseñarlo», explica Kuroda, así que desarrollaron la tecnología para cuantificar y crear una simulación óptica del efecto bokeh. Esto permitió a los ingenieros comprender y optimizar cada elemento. «Aunque nos llevó tres o cuatro años desarrollar el primer simulador, hacerlo (junto con todos los datos que ya habíamos acumulado y la visualización de dichos datos) nos permitió encontrar al fin una forma de fabricar objetivos que pudieran proporcionar resolución y bokeh».

 

No se detuvieron ahí. Los ingenieros trabajaron para que sus objetivos fueran más compactos, aunque cuanto más rendimiento se requiere, más grande tiene que ser un objetivo por norma general. Trabajaron para mantener la precisión de enfoque, algo que normalmente se ve afectado cuando aumenta la velocidad de AF. Con respecto a esto, la gama G Master reúne un conjunto de características supuestamente contradictorias.

 

«Nuestra filosofía principal de desarrollo para la gama G Master es no renunciar a nada y no ser transigentes», exclama Kuroda, «seguimos planteándonos retos».

 

El futuro

 

«Hace diez años, la gente solía decir: "¿Cómo? ¿Sony está fabricando objetivos?"», ríe Kuroda. Ahora, fotógrafos de todo el mundo trabajan con la gama G Master, y aún quedan muchas áreas por explorar.

 

«Tenemos otro desarrollo en proceso que revolucionará los sistemas ópticos», desvela Nakanishi. Aunque no puede dar detalles, afirma que el resultado no tiene por qué ser en forma de elementos ópticos. «La próxima generación de la comunicación con la conexión 5G y la evolución mediante inteligencia artificial requerirán características totalmente diferentes», señala, «por eso es por lo que es necesario que mejoremos constantemente nuestras sensibilidades para el mundo de mañana».

 

La verdad es que el futuro parece interesante. ¿Qué pensáis que está por venir?

 

La publicación del blog que acabas de leer se basa en este artículo, que se publicó primero en Sony.net.

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