Desde que salieron a la venta en 1952, los mandos a distancia se han convertido en un elemento integral de nuestro día a día. Los dejamos en cualquier sitio: en la mesilla del salón, en los cajones de la cocina y hasta detrás del sofá. Y gracias a ellos podemos controlar infinidad de aparatos, desde el televisor hasta el sistema de calefacción.
Podríamos decir que el mando a distancia fue el primer invento que puso sobre la mesa la importancia de ofrecer una agradable experiencia de usuario en el sector tecnológico. Se creó en respuesta a las necesidades de numerosos usuarios de simplificar la experiencia televisiva, aunque tardó algún tiempo en perfeccionarse.
El primer mando a distancia, llamado Lazy Bones, era un costoso kit que se conectaba al televisor mediante un cable, con el que de alguna manera los usuarios no dejaban de tropezarse. Más tarde apareció una versión inalámbrica, el Flash-Matic, que enviaba un rayo de luz a cuatro células fotoeléctricas, cada una de ellas situada en una esquina de la pantalla del televisor. Aunque el funcionamiento del Flash-Matic era casi perfecto, su inventor, Eugene Polley, no pudo prever que la luz solar interferiría en las fotocélulas, de manera que, en los días más soleados, la televisión actuaría como un niño que ha tomado demasiados refrescos.
Después de mucho experimentar, y tras varias pruebas fallidas, Robert Adler inventó el Zenith Space Command, un mando a distancia que se comunicaba con el televisor mediante tecnología ultrasónica. Los ultrasonidos, que habían demostrado ser un método mucho más efectivo, se convirtieron en el estándar del sector durante 25 años, hasta que a principios de los años 80 fueron sustituidos por la tecnología de infrarrojos.
En la actualidad, el mando a distancia tiene que hacer frente a nuevos desafíos. Con la popularidad de los Smart TV, su función va desde navegar por Internet hasta poner las noticias de las nueve, por lo que se ha tenido que adaptar para satisfacer estos nuevos hábitos de visualización. Y es que, ¿quién quiere pasar diez minutos decidiendo qué ver en Netflix con esos incómodos botones?
Por eso hemos creado el mando a distancia One-Flick, reinventando el diseño del mando a distancia tradicional desde cero: lo hemos hecho más pequeño y elegante, y hemos sustituido los botones por una intuitiva pantalla táctil que simplifica la navegación entre los menús y aplicaciones del televisor.
La tecnología evoluciona de manera vertiginosa y nosotros seguimos innovando, manteniéndonos siempre a la vanguardia. Algunos modelos de nuestra gama de televisores BRAVIA® 2015 están equipados con Android TV, una nueva plataforma que lleva todo el potencial del mando a distancia a tu teléfono móvil. Android TV se basa en el sistema operativo Android, ampliamente conocido y fácil de navegar, creado por Google. Además, el sistema de búsqueda por voz inteligente te permite buscar películas o disfrutar de Google con solo hablarle al televisor, lo que eleva la experiencia del usuario a un nivel totalmente nuevo.
En los últimos 50 años hemos pasado de controlar nuestros televisores con engorrosos mandos a distancia con cables a usar elegantes smartphones e incluso nuestras propias voces. ¿Quién sabe qué será lo normal dentro de 50 años?
